A la hora de concebir el proyecto teníamos dos
objetivos en mente y en clara alusión a su nombre: en
primer lugar, un escondite donde encontrar intimidad,
sosiego y relajo. Ideal para la gente que necesita
retirarse del stress diario y cambiar por unos días el
estilo de vida de la ciudad por uno más conectado con
la naturaleza. El refugio está ubicado dentro de un
bosquecillo y reúne características donde se combinan
las comodidades de una casa ciudadana y las particu-
laridades de la vida campestre como por ejemplo, su
estimulante tinaja a leña.
En segundo lugar, el refugio concebido como
idóneo punto de partida de todos aquellos visitantes
que gustan del turismo de paso corto. Las visitas a los
establecimientos vitivinícolas, aceiteros y frutales, las
salidas de campo a las zonas próximas (Paraje
Altamira, Tunuyán, El Manzano) y el trekking de baja
montaña (Chorro de la Vieja) o de cañones (Parque
Huayquerias) hacen del refugio un lugar central desde
donde todas esos lugares están casi equidistantes y
prácticamente al alcance de la mano. Para el turismo
de paso largo o el andinismo (Glaciar Arenales,
Tupungato, Termas de Cacheuta, Potrerillos,
Uspallata, Los Penitentes, Aconcagua, El Sosneado) el
refugio se constituye en una opción económicamente
viable y acogedora luego de largas y agotadoras
jornadas de actividad turística.
Última actualización: 16/02/2022